Cuando recibimos la
noticia que vamos a ser mamá sentimos mucha emoción y miedo al mismo
tiempo; al menos esa fue mi experiencia al darme cuenta que una criatura
dependería de mí sus primeros años de vida.
Al principio suele ser agotador,
días enteros sin descanso alguno, en una oportunidad pensé que esta grande y hermosa
responsabilidad era mucho para mí; pero luego entendí que como mujeres fuimos elegidas por El Señor
para ser madres, para ser dadoras de vida y nuestro cuerpo está diseñado
naturalmente para ello. ¡Que emoción nuevamente! Si Él te eligió y te confió a ti este
hermoso trabajo, que es su valiosa herencia, es porque está seguro
que puedes ser buena administradora de ella; entendiendo que nadie amará mas a tus hijos que Él, aún si los amas DEMASIADO, imagínate cuanto más lo hace el Padre.
Lo cierto es que
nosotras siempre queremos proteger nuestros pequeños (y no tan pequeños), darles amor y hacemos lo posible para que
nada les falte; debo decir lo siguiente: aunque hagamos excelentemente todo esto y más, debemos entender
que aun cuando están chiquititos gateando por toda la casa, esa hermosa y
valiosa HERENCIA que Dios nos dió tiene un enemigo pretendiendo destruir y desviar
el propósito que Dios estableció.
Hermana, nunca es
demasiado temprano para empezar a orar por nuestros hijos. Y nunca será demasiado tarde para empezar a hacerlo. Así que sea que estés
embarazada, tus hijos estén pequeños, o ya estén grandes y no vivan contigo; aún eres su madre y por ello ¡Te animo a
orar por ellos!.
Un llamado a la Batalla
Nuestros hijos se están criando en medio de una
sociedad en la que los valores se han perdido, el respeto desapareció y todo atajo sirve; por ello hoy llamo a todas las madres a la batalla. Esta guerra en la que estamos envueltas solo podemos
ganarla de rodillas.
Empieza a pelear por tu herencia. ¡Nadie va a orar por ellos como tú lo haces!
Si tu hijo es salvo, ¡eres sin duda bendecida! Si tienes la alegría de verlos caminar en la verdad sigue orando por ellos y también clama por aquellas que no tienen esa misma alegría; únete a ellas en la oración como una madre que guime en nombre de otra madre!!
Unamos las manos y los corazones para la salvación de la
próxima generación y vamos a ver lo que Dios hará cuando hagamos nuestro
trabajo de la mejor manera…. ¡de rodillas!
Este es el momento
No pensemos que no tenemos tiempo, o que hay cosas más
importantes que hacer. No.
Sin darnos cuenta, nuestros hijos van creciendo, van
conociendo personas que los van influenciando negativamente y que los van alejando
más y más de Dios.
Tengan tus
hijos la edad que tengan, ponte orar por
ellos con fervor, pasión sin descanso ni desmayo.
Ora por salvación.
Ora porque vuelvan a los caminos del Señor.
Ora para que vivan conforme a la Palabra.
Ora para que tengan vidas útiles y
productivas en medio de la sociedad en la estamos.
Orarpara que sean una luz en medio de su
generación.
Madres,
estamos en una guerra, no desmayemos. Oremos las unas por las otras, las unas
por los hijos de las otras.
Un día leí esta frase y la comparto con ustedes.
“QUIEN
NO SE PREPARA PARA LA VICTORIA, SE PREPARA PARA LA DERROTA”
Autor desconocido
Amada hermana, estas siendo preparada para la Victoria.
No
dejes de clamar hoy. Debemos salir a la batalla.
“Después
miré, y me levanté y dije a los nobles y a los oficiales, y al resto del
pueblo: No temáis delante de ellos; acordaos del Señor, grande y temible, y
pelead por vuestros hermanos, por vuestros hijos y por vuestras hijas, por
vuestras mujeres y por vuestras casas.”
Nehemías
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